Defusión cognitiva y Terapia de Aceptación y Compromiso (T.A.C. 1)

TAC

La mayoría de terapias de naturaleza cognitivo-conductual, se enfocan en un trabajo que puede englobarse dentro de lo que se conoce como reestructuración cognitiva. Esta parte del principio de que, en tanto en cuanto las emociones y conductas de una persona, son una consecuencia de sus pensamientos; será necesario cambiar los pensamientos, para qe puedan cambiar las emociones, y la conducta o decisiones que toma una persona.

Es decir, se basa en el objetivo de ser capaces de pensar de un modo distinto, para que deje de tener ansiedad, culpa u otras emociones negativas, sobre todo también para que consiga tomar unas decisionies más positivas para ella. Es evidente que aprender a pensar de una forma más lógica, más realista y racional, nos lleva a sentirnos mejor y a dejar de sufrir, o al menos, dejar a sufrir tanto.

 

La limitación de la reestructuración cognitiva

El problema, es que en el caso del TOC, los pensamientos intrusivos aparecen de forma automática, no son pensamientos que genera conscientemente la persona, sino que emergen en la conciencia, en contra de la voluntad de la persona. Y muchas veces, cuando alguien se propone superar el TOC, es como si todos los esfuerzos que hiciese la persona para evitar tener esos pensamientos intrusivos resultaran en vano, o incluso que lo único que consiguese, es que esos pensamientos fuesen más frecuentes todavía.

Entonces, la reestructuración cognitiva es muy eficaz para cambiar las interpretaciones que uno hace de sus pensamientos intrusivos, pero no tanto para evitar la aparición de los mismos, al menos en una fase inicial del tratamiento. Por eso la capacidad de éxito de la reestructuración cognitiva en el caso del TOC, no siempre es tan elevada como se desea. Y ese, junto a otros factores; explica que haya tantas personas que sienten que no mejoran o que no consiguen curarse cuando se trabaja en la reestructuración cognitiva.

 

Pero ante existe otro paradigma, otra forma de ver y de interpretar las cosas, que es especialmente de ayuda en el caso del TOC, y lo digo porque lo he visto en otras personas, pero sobre todo porque también fue así en mi propia curación del TOC. Este nuevo paradigma, no persigue bloquear o cambiar los pensamientos intrusivos, sino cambiar la relación problemática que existe entre una persona y esos pensamientos; algo así como que la persona sea capaz de reaccionar de otro modo frente a la aparición de esos pensamientos. Y lo curioso, es que cuando esa relación problemática desaparece, también tienden a hacerlo los pensamientos intrusivos.

Este paradigma, es algo que llevado al ámbito de la psicoterapia, se aplica sobre todo a través de la Terapia de Aceptación y compromiso, que es una terapia cognitivo-conductual de tercera generación muy útil para el TOC. Este concepto de no identificarse con los pensamientos, recibe el nombre de defusión cognitiva, y que también tiene una gran importancia en el Método LIBTOC. Aunque, en realidad la idea o el concepto detrás del término “defusión cognitiva” es algo que se conoce desde hace muchísimos siglos pues es algo inherente a la filosofía budista de trascendencia del ego; y a los principios de la psicoterapia transpersonal.

 

Qué es la Terapia de Aceptación y Compromiso

Terapia de Aceptación y Compromiso

El objetivo de la TAC es fundamentalmente aumentar la flexibilidad psicológica y lograr la defusión cognitiva.

Entonces, volviendo a lo que estaba diciendo, la flexibilidad psicológica, es algo así como el proceso de adquirir un grado de comprensión mucho más amplio y exacto de la realidad mental, ser capaz de ver y comprender nuevos puntos de vista acerca de la naturaleza de la mente y de los pensamientos que uno tiene. Se trata de que la persona pueda reinterpretar todo lo que está sucediendo en la mente, para que de ese modo llegue a contactar con el momento presente de forma plena y consciente.

 

Se trata de que llegue un punto en el que uno sea capaz de interpretar la realidad tal como ese momento es; y no como nuestros pensamientos y emociones nos dicen que es. Y por supuesto, eso implica también que uno sea capaz de tomar decisiones acordes a sus auténticos deseos, objetivos y principios, y no en base a miedos generados por los pensamientos intrusivos o pensamientos negativos en general. Me refiero a poder tomar las decisiones que uno realmente quiere o que sabe que son mejor para él, en lugar de dejar que sean los miedos negativos y la ansiedad quienes tomen las decisiones y determinen el comportamiento de la persona.

En Terapia de Aceptación y Compromiso, la aceptación hace referencia a aceptar la realidad mental sin juzgarla, es decir, aceptar los pensamientos negativos o intrusivos, aceptar los sentimientos sin reprimirlos y sin luchar contra ellos; pero aprendiendo a separarse de esa realidad mental, ser capaz de verla como observador. Y hace referencia también a aceptar el sufrimiento, sentir lo que tenga que sentir como por ejemplo ansiedad, pero sin creerse ciegamente todas las historias negativas que a uno le cuentan o le dicen los pensamientos intrusivos que tiene en ese momento de ansiedad.

Aceptar cuando nos referimos a TAC, no significa quedarse de brazos cuzados y aceptar el TOC como un designio divino, y sentirse víctima impotente de él; sino aceptar los pensamientos intrusivos y las emociones negativas propias del TOC, y a partir de ahí comprometerse con el tratamiento como vía para poder conseguir que deje de aparecer la ansiedad.

 

¿Y por qué «compromiso»?

compromiso tratamiento

Y Compromiso hace referencia a que la persona, con la ayuda del psicólogo, debe clarificar o definir cómo le gustaría que fuera su vida, y comprometerse a seguir aquellas conductas y ejercicios que le hagan avanzar hacia esos objetivos, a pesar de las resistencias internas que puedan aparecer. Es decir, el compromiso, es un compromiso de acción, de comportamiento, es algo que es terapia aplicada a la práctica en estado puro. Y en ese proceso, la persona, de vez en cuando debe ser capaz de evaluarse y tomar conciencia de si efectivamente, está siguiendo esos pasos, acciones o comportamientos que le acercan al objetivo buscado; o si por el contrario, se desvía de su camino.

 

Pero es esencial, que la persona, se comprometa ante sí misma y ante el psicólogo, a que a partir de ese momento, va a comprometerse con una determinada conducta o ejercicios a pesar de las resistencias internas que puedan aparecer en el tratamiento.

Y este punto es sumamente importante, ya no únicamente en la TAC, sino también en la TEPR, en el Método LIBTOC, o en cualquier otro tratamiento. Porque en la páctica hay bastantes personas se atascan en el tratamiento, independientemente de cuál sea ese tratamiento. Y un error muy habitual en muchas personas con TOC, y muy especialmente en el caso de la TEPR es confundir un atasco con una no eficacia del tratamiento.

 

Relación con el mindfulness

Pero antes de eso, quiero explicar también que la TAC se potencia el aumento de la consciencia del momento presente. En primer lugar lugar porque tener la atención en el aquí y ahora, en las sensaciones físicas propias de lo que sea que uno está haciendo y viviendo, implica alejar la atención de lo que sea que tus pensamientos intrusivos o negativos te están contando. Pero en segundo lugar también porque el hecho de poner en práctica nuevas formas de responder a esos pensamientos y a las emociones negativas asociadas a ellos, es algo que debe hacerse en el aquí y el ahora. Es decir, es una parte del tratamiento que debe hacerse justo en cada momento en que uno tome conciencia de que está teniendo pensamientos intrusivos y ansiedad.

 

Por el contrario, si uno queda atrapado en sus pensamientos intrusivos, enganchado a esas historias mentales que sus pensamientos le cuentan, no está teniendo su atención en el instante presente, y por tanto no está adoptando comportamientos que le ayuden en el proceso de curación.

Y cuando uno tiene TOC, es muy fácil quedar atrapado en el contenido mental de los pensamientos, por lo que es fundamental desarrollar la habilidad de aprender a ser consciente de qué está sucediendo a nivel mental, y dónde uno tiene enfocada su atención. Y como cualquier habilidad, es algo que requiere práctica y paciencia, que no se consigue de un día para otro.

Lee la segunda parte del artículo aquí.

Leave a Reply