Relacionarse en el trabajo, con la familia, con la gente en la calle, e incluso cogiendo el autobús, le resulta muy difícil a una persona con fobia social y le genera mucho sufrimiento, ya que su vida queda bastante afectada por la soledad, el aislamiento, la frustración sentimental y/o sexual y la baja autoestima. Quien posee esa condición, en la medida de lo posible, a no ser que sea por causa de fuerza mayor, intenta evitar estas situaciones que tanta ansiedad les genera, evita ir a fiestas, conocer nuevas personas, evita mostrarse de un modo natural y espontáneo, y está todo el rato preocupándose por lo que los demás piensen de él.
En el caso de la fobia social, la intensidad y la magnitud de los síntomas de ansiedad, son mucho mayores, así como el miedo al rechazo, el miedo a estar fuera del lugar, a ser observado o incluso ser juzgado. Ese miedo es muy grande, es muy intenso y la persona acaba replegándose sobre sí misma, para evitar estas situaciones. En cambio, en una persona tímida, la intensidad de su ansiedad es Implicaciones ,,,,inferior, no es tan grande y no le impide el tener que hablar con gente que no conoce.
Tal vez le costará mucho, pero lo acabará haciendo. Una persona tímida puede vivir con ansiedad en algunas situaciones, o el estar con determinadas personas, o tener que hablar con determinado perfil de personas; pero no es una cosa generalizada. Incluso, puede tener amigos, encontrar pareja, puede tener un núcleo de gente, un círculo en el que esa persona se sienta con confianza y se sienta segura, y eso le permite relacionarse y moverse en el mundo.
En cambio una persona con fobia social, se ve incapaz de enfrentarse a su miedo y su ansiedad a la hora de relacionarse con las personas; es algo más generalizado. Le sucede con casi todo el mundo, exceptuando la gente de su círculo de confianza, que suelen ser su propia familia, la pareja. y los amigos más cercanos.
Implicaciones en la vida diaria
Pero saliendo de este círculo de confianza, el relacionarse con cualquier otra persona, incluso tomar un café con alguien a quien apenas conocen, resulta muy difícil y lo pasan muy mal. El nivel de sufrimiento de una persona tímida, es inferior, porque siente, que a pesar de sus dificultades, en algunas ocasiones, esto no significa que le resulta muy difícil relacionarse con los demás. Es algo más puntual, no es algo tan general, por lo que su nivel de sufrimiento es inferior, tienee momentos de disfrute y tienen momentos de pasárselo bien con la gente, con sus amigos. Es decir, los momentos de disfrute son mayores a los momentos de sufrimiento.
En cambio una persona con fobia social, siente que su vida está llena de sufrimiento, siente mucha frustración por lo que le está pasando, a veces soledad (o solitud), y sobre todo no es feliz, porque no acaba de entender por qué le pasa eso, y muchas veces lo carga con su propia rabia y frustración. A veces sin quererlo, lo paga con su familia y con las personas con las que tiene confianza, y siente mucha tristeza por lo que le sucede. Y es algo que hace que la persona esté decaída y desanimada.
En líneas generales estas son las diferencias entre una persona tímida y una persona con fobia social. Una persona tímida podrá ver en qué punto está, si tiene mucha ansiedad social, también podrá ver hasta qué punto esto interfiere en su vida.
Lo importante, no es catalogar una persona con que es tímida o con que tiene fobia social. Lo importante, es ver si aun así, es una persona que está sufriendo. Si alguien está sufriendo por lo que le está pasando y le cuesta relacionarse con los demás, si para todo es un suplicio y la pasa muy mal, evita salir y relacionarse, y eso le hace sufrir, es el momento de cuestionarse si uno desea seguir así el resto de su vida.
Un elemento esencial en la curación
En mi caso, el sufrimiento que la fobia social, el TOC; y la ansiedad y frustración en general, generaban en mí era tan grande, que un día toqué fondo. Empecé a llorar desconsoladamente como un niño, y conseguí algo que es esencial para superar cualquier trastorno de ansiedad -por supuesto incluido el TOC-. Y es conseguir usar todo ese sufrimiento existencial en motivación, en una fuerza o motor que nos empuje a salir del problema cueste lo que cueste. Cuanto mayor sea ese sufrimiento, mayor será esa fuerza y motivación, eso es un elemento esencial en la curación. Me resulta imposible representar cómo de importante es esto que estoy escribiendo.
A veces el dolor emocional y el sufrimiento es una fuerza tan poderosa que puede conseguir cosas que en otras condiciones serían imposibles. Y tras probar muchos tratamientos fracasados, tras el trabajo con dos psicólogos, empecé a ver resultados. En muchos de los mensajes que estarás recibiendo si te has descargado ya el primer capítulo del ebook, explico mi historia con mucho más detalle, y sobre todo, profundizo en todo lo referente al tratamiento, que al igual de mí, ha liberado a cientos de personas del TOC y de otros trastornos de ansiedad.
La fobia social y el TOC es algo que se puede superar, pero a veces es un proceso largo, repleto de dificultades y de intentos fallidos. ¿Acaso crees que yo lo conseguí al primer intento? Pues claro que no. ¿Acaso crees que me resultó fácil o que fue algo rápido?
Pues claro que no. ¿Acaso crees que no pensé una y otra vez en rendirme, en «tirar la toalla?» Lo pensé muchísimas veces. He pasado por lo mismo que tú estás pasando, y no tengo nada de especial. No soy más inteligente que tú, ni estaba más capacitado que cualquiera para poder superar el TOC, la fobia social y la ansiedad. Pero conseguí usar todo ese dolor emocional y frustración como una fuerza que me obligase a ser disciplinado en el tratamiento, y a ser capaz de salir de mi zona de confort emocional y superar la polaridad hiper-responsable.
