El TOC religioso es aquél en el que los pensamientos intrusivos u obsesivos están relacionados con cuestiones religiosas, pecaminosas o metafísicas. Es un tipo de Trastorno Obsesivo Compulsivo en el que las emociones más frecuentes son el miedo y la culpa. Esto se produce porque la persona se culpabiliza por el contenido de sus pensamientos intrusivos, que son perturbadores. No obstante este tipo de pensamientos llamados intrusivos, son automáticos e inconscientes, irrumpen en la consciencia de la persona contra su voluntad. Es importante aclarar que puede darse en cualquier tipo de persona independientemente de su religión, e independientemente de si son creyentes o no.
Esto se ve reflejado especialmente en la esfera de la sexualidad, en la que los instintos sexuales, que se despiertan en la adolescencia, entran en conflicto con las normas morales y sociales. Es frecuente que las personas afectas de TOC religioso se sientan culpables por tener pensamientos de naturaleza sexual.
La culpa aparece porque la persona entiende consciente o inconscientemente que ese simple hecho de tener en su mente un deseo o una idea relacionada por ejemplo con la sexualidad, es algo por lo que la persona podría ser castigada por Dios. Hay que entender, que se trata de pensamientos que irrumpen en la conciencia, no que genera la persona. Frecuentemente quienes padecen este tipo de TOC no son conscientes de la diferencia entre ambos conceptos, puesto que esa separación entre pensamientos intencionales e ideas intrusivas es algo ajeno a su capacidad de comprensión de su realidad mental, salvo que alguien se lo haya explicado antes.
También son frecuentes otro tipo de pensamientos obsesivos como por ejemplo miedo a Satán, a posesiones, males de ojo u otras ideas relacionadas con la brujería y el oscurantismo.
También es frecuente que aparezcan este tipo de ideas especialmente en la adolescencia, en que se produce un “despertar filosófico”, la aparición de dudas e inquietudes profundas, como por ejemplo el origen de la vida y el universo, el sentido de la vida, y la muerte.
En muchos casos, las personas se obsesionan con la idea de que no van a poder purgar sus pecados, o que no son dignos del amor y el perdón de Dios. En ocasiones, pueden aparecer ideas metafísicas, y en casos escepcionales estados alterados de conciencia. Por otro lado, en algunos casos va acompañado de ideas perturbadoras, que puede ser por ejemplo obsesionarse con pensamientos irracionales como miedo a enloquecer y agredir físicamente a un familiar, miedo a la posibilidad de ser o transformarse en un asesino, violador, pederasta, etc.
Obviamente este tipo de ideas irracionales no significan que la persona sea ese tipo de cosas. Obviamente no es nada de eso, estamos hablando de un miedo y no de un deseo. Por ejemplo, miedo a enloquecer y matar a alguien; y no un deseo de hacerlo. Este tipo de ideas pueden empezar por ejemplo por el hecho de que una persona vea en la televisión una noticia sobre alguien que mató a su hija, y ante lo horrible de la noticia, se pregunte: eso es horrible, ¿Cómo puedo estar segura de que a mí no me va a pasar?. Y a los pocos segundos se pregunte: ¿Por qué me estoy haciendo esta pregunta? ¿Y si lo estoy pensando porque quizá soy una psicópata y no lo sé? ¿Cómo puedo tener la certeza de que….?.
Aunque este tipo de dudas te parezca delirante y te parezca evidente que no tiene ningún sentido, la persona que lo sufre no es capaz de comprender que todo es una «película mental» que se está montando. No se da cuenta que es el sentido común lo que le demuestra que no es nada de esas horribles cosas que tiene miedo de ser. La persona, cuando entra en ese tipo de razonamiento, necesita encontrar el modo de asegurarse de que no es nada de esas cosas que tiene un miedo horrible de ser, o que nunca lo será. Y frecuentemente esa angustia accede a su conciencia generándole más y más ansiedad, y le lleva a pensar que no merece el amor de Dios por el hecho de haber tenido ese tipo de pensamientos.
La curación del TOC religioso es exactamente igual que en los otros tipos de manifestación de este trastorno de ansiedad. En este caso la psicología cognitivo-conductual es muy recomendable y en algunos casos se consiguen buenos resultados.