Si tienes TOC estás acostumbrado a vivir estancados en el pasado y en el futuro, y muy especialmente si tus pensamientos intrusivos se centran en cosas malas que podrían sucederte. Una duda muy frecuente de muchas personas es como pueden dejar de pensar, o lo que es lo mismo, no pensar en nada. Si tienes pensamientos obsesivos, no estás prácticamente nunca en el presente, en el aquí y el ahora. Voy a poner un ejemplo, que puede ser cuando uno realiza un acto compulsivo de comprobación porque piensa que si no lo hace le puede suceder algo negativo en el futuro.
O incluso algo mucho más simple, como creer que si no te lavas las manos te contaminarás y vas a estas sucio todo el día, incluso con pensamientos de que puedes enfermarte por no haberte lavado inistentemente.
Y así, querido amigo, es como comienza a arruinar tu día tu mente, ¿cuánto tiempo pasas al día preocupándote por las consecuencias que pueda tener cada cosa que haces?. ¿Cuánto tiempo pasas viviendo en un futuro que ni existe ni probablemente exista nunca?. Y a eso súmale el tiempo que pasas viviendo en el pasado, arrepintiéndote de no haberle pedido el teléfono a esa chica (o ese chico) que conociste en esa discoteca, de no haberte ido de intercambio en la universidad o de haber terminado con tu ex.
Todas esas decisiones probablemente las tomaron tus pensamientos en lugar de tú. ¿Cómo se explica si no que desees hacer una cosa y termines haciendo la contraria? Normalmente eso sucede por los pensamientos negativos que tenemos acerca de cosas malas que podían suceder. Puede ser un reflejo del miedo al rechazo, a la incertidumbre, a no tenerlo todo bajo control. Si tienes TOC es evidente que tienes una gran necesidad de tener el máximo de factores de tu vida bajo control, lo que es un reflejo de tus miedos e inseguridades.
El problema con la pregunta de cómo dejar de pensar es que no se puede conseguir, es algo que sucede sin tu intervención, no puedes conseguirlo conscientemente. Pero sí puedes conseguir que tus pensamientos dejen de angustiarte, puedes hacer que los pensamientos intrusivos no signifiquen nada para ti, pero ello requiere un trabajo.
Dejar de pensar en el pasado y el futuro
Los malos “hábitos” de permitir a nuestra mente viajar en el tiempo más de la cuenta, son dos de los causantes más comunes de estrés y depresión, dos estados mentales que definitivamente no son idóneos para alcanzar esa paz tan deseada, y que son responsables de vivir atascado en el TOC. Empleas horas y horas en pensar y preocuparte por cosas negativas sobre las que no tienes absolutamente ningún control ya que o bien forman parte del ayer, o del mañana.
Cosas que no puedes cambiar porque ya han ocurrido en un tiempo pasado, o cosas que tampoco puedes cambiar porque ni han ocurrido, ni van a ocurrir. Pero el miedo a que ocurran es lo que te empuja a esa necesidad de saber cómo dejar de pensar. No debes confundir el hecho de dejar de pensar (algo que haces tú) con el hecho de dejar de tener pensamientos intrusivos (algo que hace tu mente y no tú).
Y mientras tu “yo” del pasado y tu “yo” del futuro viven tu vida por ti, ignoras por completo el único momento que está plenamente disponible para ti: el PRESENTE; el AHORA. Sólo el momento presente es merecedor de nuestra atención, porque, si lo piensas bien, realmente nada ocurre en el pasado ni en el futuro; las cosas suceden únicamente en una corriente continua de momentos presentes. Algo que ocurrió en el pasado, realmente ocurrió un momento presente singular de otro tiempo.
Igualmente, lo que conocemos como futuro no es otra cosa que una colección de momentos presentes que aún no han llegado (y que no podemos saber cómo serán). Ese es tu nuevo paradigma, el que te va a abrir el camino hacia la paz mental. Estoy seguro que si tienes TOC todo esto que estoy comentando resuena fuertemente en tu corazón. Quizá piensas: Carlos, tienes toda la razón, pero es tan difícil no hacer caso de esos pensamientos intrusivos…
¿Cuanto poder le has dado a tu mente?
Debes mentalizarte de que la mente es como un ente aparte de tu propio ser, y puede ser tu mejor amiga o tu peor enemigo. Tú no eres tu mente, sino que es algo que estás en un nivel superior a ella. Cuando le das pleno control, se convierte en el peor dictador, se hace dueña de ti y le permite la entrada a todo tipo de pensamientos intrusivos que van a dedicarse a minar tu moral, tu autoestima, tu seguridad, tu felicidad. Sin embargo, si eres capaz de controlarla será tu arma contra el mundo, y podrás alcanzar cualquier cosa que te propongas, incluyendo la tranquilidad que tanto necesitas.
Y esto es posible mientras vivas en el ahora. Empieza a ser consciente del momento presente, de lo que te rodea, de tu propio cuerpo. Fíjate que cada instante de tu vida es único e irrepetible, que debes disfrutarlo como si fuese el último, eso te hace tomar conciencia de la belleza y la intensidad de la vida. ¿Nunca has pensado el regalo maravilloso que supone la vida? Realmente es un milagro haber nacido, y el amor a la vida es una fuerza que debe acompañarte y ser tu aliado para llenar tu vida de cosas buenas, de felicidad, de plenitud.
Cada vez que detectes un mal pensamiento o un mal sentimiento, no hagas nada, simplemente obsérvalo y déjalo marchar. Si luchas contra un pensamiento, lo haces más fuerte. Cuanto más luchas contra él, más seguido reaparece y más ansiedad y culpa te genera, así es como el TOC va ganando poder sobre ti hasta el punto de ser capaz de destrozarte la vida.
Vuelve al presente, el único lugar al que perteneces. Y nada de esto significa que jamás debes volver a pensar en el pasado o en el futuro. Debes ser consciente de tu pasado para aprender de él, es un valioso maestro. Y también debes planificar tu vida y prever los acontecimientos venideros, tener metas y sueños.
Pero la vida no trata de vivir en ellos, sino de vivir plenamente durante el camino hacia ellos. Si quisieras escalar una montaña para hacer cima, y yo te montara en mi helicóptero y te dejara en la cima, ¿cómo te sentirías?.
No te sentirías absolutamente de ninguna manera, esa cima no significaría absolutamente nada para ti, porque lo que es verdaderamente valioso es el camino hacia la cima y no la cima en sí. El presente es el tiempo que puede hacerte feliz, que te lleva a «una vida vivida» en lugar de «una vida pensada».