Por ejemplo los niños pueden pensar que para ser queridos por sus padres (o para tener su aprobación) necesitan portarse bien, ser buenos, responsables, estudiar mucho, ser mejores que sus amigos, o ser de un modo determinado y que puede que ellos crean que no son.
Por supuesto esto no es culpa de los padres, es una percepción subjetiva del niño, que no consigue tener una visión realista o adulta de las cosas, y saca conclusiones erróneas de su experiencia con el mundo y con sus padres. Muchas veces los niños piensan cosas que en realidad no son así, y esta es una de ellas. A veces educar a los niños en un exceso de responsabilidad, tiene muchas más cosas negativas que positivas.
Luego estos niños cuando llegan a adultos van a seguir buscando la aprobación de los demás, o tratando de ser perfeccionistas, excesivamente responsables, prudentes, etc.Y este tipo de cosas tiene mucho que ver con el desarrollo de lo que en el Método LIBTOC llamo la “polaridad hiper-responsable”, que es un exceso de responsabilidad, perfeccionismo, exigencia con uno mismo, represión de emociones o conductas, y búsqueda de la aprobación de los demás.
Es fácil comprender por qué estas características de personalidad se convierten en una fuente de emociones negativas, tensión interna, y represión emocional; porque de algún modo son contradictorias con tu verdadera naturaleza, con ese niño o niña que fuiste y que de algún modo sigue encerrado en lo más profundo de ti.
Toda esta tensión interna y represión emocional, se transmiten al Sistema Nervioso Autónomo, va a crear una hiperexcitabilidad de la amígdala (parte muy pequeña y profunda del cerebro que regula la aparicición de ansiedad y todos sus síntomas), y va a favorecer la aparición de ansiedad, y también de pensamientos obsesivos en el caso del TOC.
Por eso se hace tan necesario abandonar esta polaridad hiper-responsable, cambiar una serie de características de personalidad, que si no se cambian van a seguir generando tensión interna, represión emocional, y esta va a seguir alimentando la hiperexcitabilidad de la amígdala que hará que sigan apareciando pensamientos negativos y obsesivos, y en definitiva ansiedad.
3) Falta de habilidades sociales.
Personas que en su infancia no han tenido un proceso de socialización positivo crecen con más pensamientos negativos, inseguridades y más ansiedades. Y este es el factor principal que hace que una persona sea tímida o incluso tenga fobia social. Y la falta de habilidades sociales puede producirse en niños aparentemente felices, son niños que quizá en el colegio sufrieron el rechazo de sus amigos y sus burlas, que quizá se auto-excluían del juego para no tener que vérselas con el abusón del colegio y cosas parecidas.
Y esto se ve también en animales. Los cachorros que han sido separados de sus hermanos demasiado pronto (sin tiempo de aprender a interrelacionarse con ellos a través del juego y la convivencia) cuando son adultos padecen mucha más ansiedad, son menos sociables con otros perros, y son más asustadizos. Yo me considero un gran amante de los animales, si tú también lo eres y alguna vez tu mascota tiene cachorros, no cometas el error de separarlos de sus hermanos demasiado pronto.
4) Traumas emocionales.
Este seguramente es el punto más evidente de todos. No hace falta comentar el daño emocional que produce tener padres que se maltratan, burlas, humillaciones, padres que no se quieren y/o no quieren al hijo, o hasta maltrato físico o cosas peores.
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